domingo, 13 de septiembre de 2009

El Suicida completo


Los adolescentes que frecuentaron el Kaos y el Averno en tiempos subterráneos y paseaban achoradamente orondos, cómplices del desaliño punk del boulevard de Quilca, antes de ser recuperado por las autoridades municipales, amaban con toda su furia a Leuzemia, P.T.K., Aeropajitas, Héroe inocente, Psicosis y demás bandas que los invitaban a divertirse insalubres y libres, destruyendo la distancia entre la tierra sombría y el escenario con un salto. Estos príncipes del licor barato tenían un lugar especial en su corazón para Rafo Ráez, el tierno, loco y locuaz antropólogo trovador y rockero que cantó mejor que nadie las vivencias de estos jóvenes que, provenientes de los rincones más alejados y de los más cercanos, construían una identidad común y sin distinciones.
“Y bailó, y bailó, como nunca jamás/ y cantó al bailar, como nunca gritó/ era un manicomio/ donde no había noción ni había mal.” Una de las mejores canciones del “Suicida de 16” es por unanimidad La inocencia primaria del diablo, un manifiesto de afirmación que termina en una reveladora soledad.
Inaugurando la serie de conciertos “Por favor rebobinar” Rafo interpretó el viernes pasado este querido disco en short y camisa. Los fans poguearon una vez más con canciones de amor, pogos intensos donde puede usted extraviar desde un zapato hasta el corazón. En Youtube se encuentran videos caseros del chico subte a su chica con “Cuánto de mí es sólo tu voz encarnada en mí” de fondo. Melodías andinas místicas nos transportan a “Celtar, en otra galaxia”. Sí, adolescentes del Perú, si están leyendo esto, apaguen sus aparatos electrónicos y apoyen a la escena local, la verdad está allá afuera.



publicado el martes 14 de julio de 2009 en perú21

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