domingo, 13 de septiembre de 2009

Oda a Jim Henson

Pocas escenas tan conmovedoras como Caponata, el gran pájaro de andar lento y ojos tristes cantando “It`s not easy being green” en el homenaje a Jim Henson días después de su partida en 1990. A pesar su deceso los Muppets siguieron adelante, investidos con la humanidad y carisma que les confirió su Dios, un titiritero de barba risueña.
Fundó la localidad de Plaza Sesamo, para impartir cultura preescolar: números, colores, preparar un león con zanahoria rallada de melena.
Nos presentó amigos de extrañas especies en el Show de los Muppets, encabezados por la rana René y su novia la diva cerdita Piggy.
Su reino se extendió hasta la piel, la Grecia antigua y más allá con El narrador de cuentos, fantástica serie de tv, con actores y guionistas reconocidos. Como niño en los noventa sentías que nunca te habían ofrecido un producto de lujo como aquel, anhelabas una conversación con ese perro (con voz de Henson), el poético halo que circunda todo portal mágico bañaba cada episodio, otorgándole una textura de inconsciente que se repetiría en sus posteriores películas. Su don de llegar a la caja negra del espectador es lo único que podría explicar el poco reconocimiento a su influencia en el imaginario visual y las películas de acción profética que son pan de nuestros días.
Yo perdí los brumosos recuerdos de mi primera pesadilla y/o mi primer sueño este año, al ver “Laberinto” y “El cristal oscuro”. Esas imágenes que venían a mí como un enigma impertinente provenían de ahí: los atardeceres encendidos, la conjunción de 3 soles, los niños con rasgos de roedores, las musarañas que lanzaban sus cabezas como si jugaran camotito; todo cubierto del velo de la fotografía, del pasado, del misterio de un hombre amado por cientos de marionetas.

publicado el martes 7 de julio de 2009 en perú21

1 comentario:

M. dijo...

Aguante Gonzo y el oso Fozzie con su súper risa!

:-)

Besos!