Volví a verla después de tiempo, casi a diario, en la televisión y el diario, convertida en una trágica estrella mediática. Y a mi pesar seguí su caso, no sólo por la pena de encontrar a una amiga excedida por una situación extrema sino por el hecho de ver programas periodísticos auspiciados por el morbo, donde se manipulan testimonios sin vergüenza (como denunció Giancarlo Cornejo tras declarar para Enemigos íntimos) y los reportajes dicen más de la integridad del periodista que de los presuntos criminales.
Una cobertura que remite a W. I. Miller citado en el excelente estudio “El factor asco. Basurización simbólica y discursos autoritarios en el Perú contemporáneo” escrito por Rocío Silva Santisteban, cuando define al asco como una emoción que califica a los objetos que lo despiertan como repulsivos y atractivos al mismo tiempo.
Si tuviera que elegir prefiero esos inexplicables programas concurso donde sólo vemos a una chica con un fajo de billetes en la mano que exhorta a llamar por teléfono y descifrar un anagrama.
61 años después del informe Kinsey, es curiosa la atracción que las relaciones homosexuales aún generan en un gran sector de peruanos, que tal vez debería experimentar un poco más.

publicado el martes 15 de setiembre de 2009 en perú21
2 comentarios:
Hola Tilsa,
me gustaría invitarte
a una antología de nuevas voces fememinas en la poesía local;
te dejo mi mail para poder explicar más al respecto.
ivanesteban27@hotmail.com
Anda. Yo escribí algo que se llamaba Entre el miedo y el asco, pero dudo que algún dia se publique.
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