domingo, 7 de octubre de 2012

El otro sitio



Los lugares donde vivimos. Los llevamos dentro a todas partes, como un espacio vacío. Natalia Revilla reconstruye los paisajes que la mantienen en movimiento y la hacen pasajera, aquellos escenarios que calan en nuestra memoria y al revisitarlos provocan en ella un reflejo, un doble fantasma: la estela del pasado, de lo que fue y lo que fuimos se posa como el ocaso sobre la imagen del presente.

El corazón acumula un kilometraje, y en cada espacio que ocupamos, de alguna forma aún estamos. Dejamos impregnado el color de la mirada, la huella de nuestros pasos, vestigios del tránsito y la habitación, roces atávicos de la convivencia entre el ser humano y su entorno. Aunque a veces, una de las partes transgrede este pacto, pierde las formas y transforma todo.
Sugiriendo un paralelo con el test de Rorschach, Natalia psicoanaliza a los paisajes descubriendo lo que subyace en el inconsciente y el subsuelo: tantas vidas que pasaron dejando muertos, que con el paso del tiempo se integran al paisaje, se descomponen y se desvanecen en la belleza inquebrantable de la naturaleza.
El otro sitio ilustra la sutil dicotomía de Ser y No estar, o de Estar y No poder preservar un lugar.

 
Tilsa Otta 
Lima 2012
 
 
Texto escrito para la exposición "El Otro Sitio" de la artista peruana Natalia Revilla que se inaugura este martes 9 de octubre en Pabellón 4 Arte Contemporáneo, Buenos Aires.

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