domingo, 13 de septiembre de 2009

Maquina describir

Nada es verdad, todo está permitido. Las máquinas de escribir son agentes secretos que se activan con veneno para insectos. Es un efecto kafkiano, dice el exterminador esparciendo el polvo por la ávida superficie de su rostro pálido. Paul Auster también tiene una relación muy estrecha con su máquina de escribir. “Máquina de escribir”, menudo nombre para un bicho mutante. Burroughs no es una máquina de escribir. Queda comprobado en el obituario de su mujer que tampoco es Guillermo Tell. Pero probablemente el bicho de El almuerzo desnudo es él, así como William Lee, el protagonista de la polémica novela encarnado por Peter Weller en la película que David Cronenberg hizo en 1991 pero yo recién vi el martes pasado. Si alguien es un bicho mutante in this picture ese es David Cronenberg, replica Burroughs en un arranque de lucidez. Y David filma una mosca radioactiva, más tarde arma un arma con huesos de pollo. Para El almuerzo marca de memoria el número de Animación y diseño de criaturas y ordena anfitriones sexualmente viscosos y activos para la Interzona. ¿Dónde estás ahora William Lee? ¿En qué lado de la cama? Gracias David por los cortes impredecibles, necesitábamos un agujero negro para escapar de la despiadada cartelera y tú has disparado en nuestra cabezas. Clasificado R por lenguaje surrealista, erotismo bizarro y exhibición de drogas que no existen. Extermine todo pensamiento racional. ¿Es la escritura un trip ordenado y corregido? -No, responden tajantes los disciplinados estacionarios. ¿Qué diferencia la ficción de la alucinación? La conciencia de la creación o la creación de la conciencia. Claro que no contaré el final de la película.

publicado el martes 23 de junio de 2009 en perú21

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